04 febrero, 2012

PRIMERO PRIMERA


Aún estoy adormilado 
mirando el techo

Si cojo una escopeta
y disparo hacia arriba
probablemente atravesaré
siete camas más como 
ésta, tal vez incluso
siete cuerpos acurrucados
en una posición 
igual a la mía.
A la misma distancia simétrica 
de las paredes en la que yo
me encuentro.

Cuanto destrozo

cuanta tragedia

por un minúsculo 
agujero.

3 comentarios:

Beatriz Boca dijo...

Creo que podemos concluir que las mayores desgracias comienzan por minúsculos lugares.

Charcos dijo...

que buena la cabecera del blog, no, no dejemos que sólo nos pase el tiempo.

y este poema es de los que conforme lees y relees va agrandando y haciéndose gigante a pesar de ser un agujero diminuto

besicos

Cysko Muñoz dijo...

Jo gracias...