aquí
que espero de esta noche
rota y sin quicio
de este empeño de otoños
en el centro mismo
de la vida.
No sé que espero de estas horas de la madrugada
de la terca sobriedad que impone la tristeza
de los ojos cuadriláteros
ante tanto rostro ajeno
y tanto ruido de bar.
No sé que hago bebiendo
otro tequila a fuego
fumando
otro cigarro en negro
escribiendo
este catálogo de miserias
no sé que destructivo intento
me trae hasta aquí cada noche
ni mucho menos
porque
demonios
os explico todo esto.
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