01 noviembre, 2011

EL LEGIONARIO QUE PEDÍA PORROS EN EL ONCOLÓGICO


Aférrate a la Vida,
con la rabia muda
de un puño en una reja.

Aférrate a la Vida,
aunque pienses que te
la entrecortan
porqué tus pies
se saben de memoria
los pasillos de hospitales.

Aunque creas que te falta el aire...

Aférrate a la Vida,
descarrila,
no consientas que tu viaje
te abandone en vía muerta.

Aférrate a la Vida,
que la primavera está ahí fuera
y entrará a patadas por la puerta,
porqué no conoce nada,
de esta aséptica tristeza.



2 comentarios:

Charcos dijo...

tengo una amiga que siempre me dice que la poesía te encuentra hoy no te puedes imaginar lo bien lo bien lo bien que me ha venido leerte

wow pedazo de descubrimiento tú y tu blog

Cysko Muñoz dijo...

Gracias Charcos... me alegras un día que esta siendo bastante agridulce.

Un abrazo.