28 marzo, 2012

EL MISMO CIRCULO (versión2.0)



Que me habitan palabras
y temores
a partes iguales.

Que a veces se me enreda
la luz en los radios
de las ruedas
y gana el miedo
en espiral...


​Y enmudezco.


Que me arrullan quimeras
y destrozos
compartiendo asiento.



Que hay noches que me duermo
sembrando ruinas 
en la 
almohada
y gana el suelo
por KO técnico...


Que hay noches que me abandono.


Que me escribo en roca
y papel mojado
al cincuenta por ciento
que si me leen

a doble espacio
las pupilas del espejo
gana el viento
erosionando...

Y retrocedo.

Hasta que el dolor
fermenta la rabia 

y entonces 
vuelvo.


Con fuerza.


Vuelvo.

27 marzo, 2012

TELA DE PIJAMA


Donde hubo sudor y lenguas
confundiendo la sal con la dulzura,

donde hubo dedos que reptaban
arañando la luz tibia,

donde se alzaron torres de babel
tan solo con las letras
de nuestros nombres,

Aquí, en esta cama.

Ahora solo quedan ruinas 

desperdigadas,
migajas del desayuno,
labios rotos como
un archipiélago que
desconoce su conjunto.

Invadiéndonos.

Obligándonos a encender el televisor
para que no se nos obture el silencio en
el ventrículo derecho y se nos pare
de despecho el corazón.

Sobre esta cama donde un buen rastreador
leería miles de huellas
caminando en dirección opuesta.

Alejando nuestros pasos.

Más de un millón de kilometros.

Nuestros pasos.

En este escaso metro y medio cuadrado.


Nuestros pasos


Levantado una nube
de polvo que sepulta
irremediablemente
las caricias.

En este escaso metro y medio cuadrado.


24 marzo, 2012

PALABRAS ROTAS




La noche estrellada
la sal en la roca
la calle encalada

... la calma me roza.


Las barcas se mecen.
Mis pies en el muelle.


Las olas insisten,


"Hoy
tienes todas 
las
palabras 
...

rotas" 


Cadaqués. Agosto 2011.

07 marzo, 2012

OQUEDAD



Te escribo
con el lamento
que rompe el ojo
con el vacio de la palabra
con el despojo 


del ausente en la mirada.


Te escribo
con la sombra del rastrojo
con la pena tatuada
con los dedos temblorosos
sobre el hueco de la palma
con la calma y el enojo 


de la nada.


 Te escribo porque
ya no te encuentro
ni en la hiel de la garganta


Te escribo, porque
ya no te siento

alma enamorada.





Cysko Muñoz (Por allí por 1997)