19 agosto, 2011

AMNESIA

Vivía en el suicidio lento del que no tiene memoria.


Del que olvida inexorablemente lugares, vivencias, alientos y personas, del que se deja, en cada huella, un pedazo de su historia.

Vivía un día tras otro. Y otro tras otro. Y un día tras otro mas. Tras otro. Mas.

Vivía sin mochila y sin telares, con una amnesia perpetua que devoraba el recuerdo de todo lo que le había pasado.

-         ¿Te acuerdas cuando?
-         No.
-         ¿Te acuerdas donde?
-         Tampoco.

Vivía sin el imprescindible colchón de recuerdos que acuna una existencia.

Vivía solo.

Tan solo, 
que sabe que sólo tiene
el tiempo que le queda.

Un día menos tras otro. Y otro tras otro.  Y otro menos aún. Tras otro. Menos.


No hay comentarios: