Esta es la historia de un punki
que se cree cosa fina
¡ Que no hay muchos punkis que vivan
Le gusta componer canciones
y meterse con sus colegas
dejar “pollo” con cabeza.
Sea el coño de la Natalia
o los pelos de la Berta ,
el pop o el Javi Doblas
o las Castillo de fiesta.
Cuando sale a los conciertos
la peña le grita: ¡Basta!
¡Pero donde habrase visto
a un punki con rastas!
Pero él se acerca al micro
y con su acento de Zaragoza
le dedica a Cabezabolo
un solo de Punki-Jota.
Y después coge la guitarra
y tiemblan el cielo y la tierra
a ver si encuentra ya una “maña”
que le afine un poco la cuerda.
Que de tres acordes no pasa
pero quiere irse de gira,
disfrazarse de Pantoja
y bailar como Shakira !!
Y aunque su furgo no corre tanto
como el autobús de Speed,
ya tratará de emularlo,
aunque sea... con la nariz.
2 comentarios:
Gregorio no te me enfades eh!! Que no quiero empezar una guerra que sé que voy a perder...
Es muy grande esta poesía, me encanta!!!
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